sábado, 30 de marzo de 2013

SÓLO MÍO

Durante toda la semana mi cabeza hervía pensando en el trio del sábado. Me sentía extraña, a la vez muy excitada, feliz y contenta conmigo misma de haber hecho algo que en mi vida había pensado que podría hacer. Pero de vez en cuando me invadía un sentimiento terrible de culpa. Mi conciencia me martilleaba constantemente, aunque intentaba dejarla a un lado.

No estaba muy segura de querer ver a David el fin de semana. Ni siquiera me había llamado, seguramente pensaba que estaba un poco incómoda con lo de Ana. Durante unos días me invadieron las dudas, ¿Quiero seguir por ese camino? ¿Quiero seguir arriesgando mi matrimonio?

Cuando llegó el sábado ya tenía decidido ir a verle, pero por esas cosas que pasan, mi marido perdió su vuelo y tuvo que posponer el viaje. Por lo que tuve que pensar una excusa para salir de casa sin levantar sospechas.

Me vestí con mis vaqueros y mi camiseta y le dije que tenía que salir un par de horas para hacer unas compras, me miró de arriba a abajo. En ese momento me di cuenta de que sospechaba algo, y sabía que en el fondo le importaba, pero que iba a seguir dejándome hacer mi vida. Sentí una punzada de dolor cuando me di cuenta que deseaba que reaccionara, que me cogiese en brazos y me besara como hacía antes.

Pero cogí aire y no hice caso a mis pensamientos, ahora era una mujer nueva, con nuevas inquietudes y nuevas experiencias.

Me presenté en casa de David más tarde de lo habitual, seguramente ya no contaba conmigo, así que sería una sorpresa. 

Cuando abrió la puerta descamisado y le vi con sus vaqueros rotos, medio desabrochados y marcando paquete, todas mis dudas se fueron, como siempre, tenía un efecto tranquilizador en mí.

Hablamos un poco, intenté medio excusarme por no ir vestida como a el le gustaba pero me dijo que daba igual, que le parecía igual de sexy con vaqueros. Mi ego se hinchó como un globo.

Nos besamos, al sentir sus brazos rodear mi cuerpo y su lengua en mi boca, mis células reaccionaron al instante. Realmente no tenía la libido como otros días, pero él era mi afrodisiaco particular.

Puse mi mano en su paquete, para disfrutar de nuevo de su magnifico miembro, le desabroché el pantalón y le metí mi mano dentro. Estaba muy excitada al tocarle, tan caliente, sólo para mí hoy.

David metió su mano por mis pantalones y me tocó, pudo notar que estaba muy excitada, con cada movimiento suyo nuestras lenguas se fundían en una.

-Hoy me apetece hacer algo distinto, ¿te apetece un baño?,le dije.

Se separó de mi con dificultad, no quería soltarme. Me dirigí al baño para llenar la bañera con agua  y mucha espuma. Me quité la ropa y suavemente me metí en el agua, soltando un pequeño gemido por el placer de tener mi cuerpo en ese líquido caliente.

Cogí una esponja y empecé a enjabonarme, despacio, disfrutando de cada centímetro de mi cuerpo. No me di cuenta durante un rato, pero David estaba apoyado en la puerta mirándome con sus ojos como platos.


Sonrió y se acercó para meterse conmigo en el agua, nos besamos, nos acariciamos y nos abrazamos sin decir nada, tan dulcemente que nos quedamos traspuetos. Decidí hablar con él y contarle como lo había pasado el sábado.

-Lo pasé muy bien, pero no sé si quiero repetirlo, me he quedado un poco descolocada. Supongo que será por la falta de costumbre, nunca había hecho algo así, pero tu me llevas a unos lugares desconocidos para mí y no me puedo negar. Te confieso que en momentos puntuales sentía celos de Ana, sé que se trata de eso, pero no me gustó ver como mi hombre se follaba a otra. Aunque pudo más la excitación que lo demás. 

Supongo que es algo que tengo que quitarme de la cabeza si quiero seguir follando contigo. Sé que no quieres a tu lado una persona que te ate, todo lo contrario. Y de verdad que lucho con este sentimiento de posesión que me invade a veces, pero no lo puedo evitar. Te quiero solo para mí, al menos cuando estás conmigo. El resto del tiempo puedes hacer lo que quieras, lógicamente, no tengo derecho a otra cosa. Además ese era el acuerdo ¿no?, nada de sentimientos, sólo follar. Pero que sepas que es culpa tuya, si no me trataras tan bien, ni fueras tan jodidamente encantador, no me pasaría eso.Bueno, no te aburro más con mis historias.

Me levanté de su lado y me puse a horcajadas encima de el dándole la espalda, y cogí su polla entre mis manos. La miré un segundo y desee tenerla dentro, le guié un poco y enseguida supo mis intenciones, me la metió por detrás fácilmente, supongo que por el jabón, y de mi garganta salió un gemido.

Tenerlo dentro de nuevo era como tocar el cielo, sentir como se movía dentro de mí era la sensación más grande de plenitud que había sentido nunca.
Entonces se apartó.

-¿Te parece si vamos a la cama?

No dije nada y me puse de pie, no quería perder ni un segundo discutiendo. Me cogió con sus brazos y me sentí tan ligera entre sus brazos como una pluma, me abracé a su cuello y le besé suavemente.

Fuimos a la habitación y follamos como hacía mucho que no lo hacíamos, más que follar era hacer el amor, notaba su ternura y su pasión.

Nos movíamos muy rápido y muy fuerte, casi perdí la consciencia por el placer, solo podía sentir como me investía cada vez más fuerte, cada vez más dentro.

-Más fuerte- grité, ni yo misma me lo creía. En esos momentos no era yo, era sólo un cuerpo lleno de él que quería más y más.

Se puso detrás de mi, y así consiguió llegar a mi punto g,iba a explotar, mis caderas se movían adelante y atrás, arriba y abajo, sin control ninguno, sólo siguiendo sus movimientos. Y sacó la fiera que hay dentro de mí.

Perdí la cuenta de los orgasmos que tuve, no sé si fueron varios o fue uno, tan largo y profundo que cuando nos corrimos los dos quedamos agotados. 

Me abrazaba por la espalda y después de correrse seguía dentro de mí. Mis caderas seguían moviéndose en pequeños espasmos, él me abrazaba y me besaba el cuello. Podia sentir su respiración agitada.

No sé cuanto tiempo estuvimos así, pero cuando recobré la consciencia, me sentí la mujer más afortunada del mundo. Sentí que, aunque David nunca lo ib a admitir, nuestra relación se estaba convirtiendo en algo más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario