martes, 9 de abril de 2013

VIAJE MOVIDITO

Llegó la Semana Santa. Después del último encuentro con Eva, por lo que me dijo me di cuenta de que ella empezaba a sentir algo más que deseo por mí. Sus celos hacia Ana y su sentido de posesión me lo desmostró. No sé si esto me gusta o no , pero me encanta que un pibón como Eva se sienta tan atrda por mí. La verdad es que yo también empiezo a tener un poco de cuelgue hacia Eva.

Quizás para marcar un poco de distancia entre los dos decidí aceptar la invitación de mi amiga Silvia para irme unos días a Madrid.Antes le mandé un mensaje a Eva para decirle que este sábado no nos podríamos ver. Espero que no se lo tome a mal...No la he llamado porque tengo ese  miedo.

Hacía casi un año que no veía a mi amiga con derecho a  roce y a algo más. En un correo me dijo que tenía muchas ganas de verme...y tenerme entre sus piernas. Que últimamente se estaba matando a pajas pensando en mí. Así que cogí la maleta, mi cámara , mi portátil y me dirigí a la estación de tren,dispuesto a aliviar a mi querida Silvia.

Me había planteado un viaje en plan traqui, si acaso algún polvo con Silvia y nada más. Pero al llegar al andén tuve un encuentro que hizo tambalear ese planteamiento
 Delante de mí estaba una chica con sus maletas, esperando. En un momento dado no sé que se le cayó que tuvo que agacharse para cogerlo. Llevaba falda corta y al doblarse pude ver sus bonitas piernas, vestidas con unas sensuales medias.Me puse a cien, no pude evitar dejar de  mirar y ella se dió cuenta. Pensé que iba a mostrar algún tipo de desagrado, sin embargo me obsequió con una bonita sonrisa.

Llegó el tren y subí.Cuando me senté en mi asiento, desplegué la mesa y saqué mi ordenador. Quería aprovechar el viaje para acabar un trabajo. De pronto vi como la chica del andén venía por el pasillo, mirando su número de billete. Y, oh dios mío, era el del asiento que estaba a mi lado.Se sentó y volvió a sonreirme. Noté que no se disgustó por la coincidencia.

El viaje era largo y dió tiempo para que pronto comenzáramos una conversación. Ella era madrileña y venía de visitiar a su novio. Cuando se enteró que yo era fotógrafo y vio las fotos de mi ordenador se entusiasmó. Dijo que le hubiera gustado ser modelo, pero que su novio era muy celoso y posesivo y no le gustaba la idea.

El caso es que poco a poco fuimos cogiendo confianzas y fuimos juntándonos en nuestros asientos. Con la disculpa de ver bien la pantalla la chica se fue metiendo por mí más de lo aconsejable. Yo estaba encantado. Creo que los dos estábamos igual de excitados. Me metía lass rodillas por mi muslo. Con un poco de precaución y disimulo bajé mi mano hacia ellas. Allí la posé. No dijo nada. Seguía hablando como si nada. Así que lentamente fui subiendo mi mano por sus muslos, por entre la falda, hasta que llegué a su entrepierna, caliente, suave...

Entonces ella me miró. Tenía las mejillas coloradas y miraba a los lados para ver si alguien staba mirando.Dejó que yo siguiera. Su aliento era cada vez más agitado. Entonces me dijo:

-Perdona, tengo que ir un momento al baño.¿Sabes dónde está?
-No, pero si quieres te acompaño y te ayudo a buscar uno, contesté con voz entrecortada.
-De acuerdo,¡vamos?


Al rato estábamos los dos metidos en uno de ellos. Ella fue al grano comenzó a desabrocharme  el cinturón, bajándome los pantalones, dejando a la vista mis calzoncillos en cuyo interior se marcaba mi polla totalmente empalmada. Se agachó  y por fuera de ellos empezó a besarla. Yo estaba pideindo a gruitos que la sacase y se la comiese de una vez.  

Después de deleitarse con ello por fin me los bajó y comenzó a chupármela. No lo hacía nada mal.
Le cogí la cabeza para ayudarla. Pensé que iba a dejar que me corriese en su boca, pero a rato se levantó y me  obligó  a sentarme en el water.  

Entonces se puso a horcajadas sobre mí y sin ni siquiera quitarse las bragas se la metió por entre ellas y comenzó a cabalgarme, más bien frenéticamente.

Fue un polvo rápido.Supongo que la prisa porque no nos pillaran hizo que me corriese al poco.Creo que ella no se corrió, también  estaba deseando que acabase pronto la cosa. La verdad es que no lo había hecho nunca en un baño de estos, es bastante incómodo.Cuando acabamos me dijo:

-Sal tu primero, voy a limpiarme un poco.

Volví a mi asiento y al rato lo hizo ella. me sonrió diciéndome:

-Siento que todo haya sido tan rápido,pero estaba un poco nerviosa.Estoy segura que con eso que llevas entre las piernas me hubieses hecho disfrutar mucho más.

Me reí. Seguimos el viaje sin más. Hablando y flirteando entre nosotros.Cuando llegamos a Madrid me dio su número de teléfono y me rogó que la llamara, quería acabar el polvo que teníamos pendiente.Se llamaba Sara.

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