domingo, 11 de noviembre de 2012

EL CULO DE LAURA (2ª parte)



Cuando entramos en la casa confieso que me entró un poco de mala conciencia. Qué hacía yo allí con aquellas dos crías. Pero después lo pensé ¡Qué coño, ya son mayorcitas, tienen dieciocho años, ¡ y no estoy haciendo nada malo! Además sólo vengo a hacerles unas  fotos.

-¿Dónde quieres que las hagamos? Pregunté.
-En  mi habitación.
-¿Qué os vais a poner de ropa?
-¡Sorpresa!

Monté la cámara y dos focos. Salí para que se cambiaran y esperé a que estuvieran listas.

-¡David, ya puedes!


Entré. Estaban allí echadas,curioseado con mi cámara, en pantaloncitos cortos, mostrándome sus culitos respingones, los dos igual de deseables. Estaban espléndidas, las dos. Comencé a sudar.

-Venga empieza.


Empecé a hacer fotos. Primero a Laura. No tuve que decirle nada, sabía perfectamente cómo tenía que posar para mí. Esta vez no parecía que le cortase mi presencia. No sé de donde había sacado tanta sensualidad. Pero el momento más fuerte fue cuando me dijo:

-Seguro que las quieres más atrevidas, ¿verdad?

Sin esperar mi respuesta se quitó la camiseta y abriéndose de piernas comenzó a tocarse en la entrepierna, jugando con sus bragas para así  enseñarme veladamente su coño.


Ufff. Eso me puso a cien. Mi polla estaba a tope. Disimuladamente empecé a tocarme por encima del pantalón, confiando en que no lo viese ya que los focos sin duda la deslumbrarían. 

-Ahora con Nadine, dije.
  
Nadine se puso con ella. Estaba un poco cortada así que animé a Laura a que la ayudase, a que se acercaran e interactuaran entre ellas: que se peinaran mutuamente, que se dieran castos abrazitos... Todo fue bien hasta que noté que aquello empezaba a calentarse. Se las veía muy a gusto, tenían las caras sonrosadas e incluso en un momento en  que Laura se puso encima de Nadine, pude ver que sus braguitas empezaban a humedecerse. Creo que estaban bastante excitadas con el jueguecito. 

Así es que al poco rato aquellas "inocentes niñas" estaban comiéndose los morros.

Laura me dijo que si quería que se pusieran más sexys. ¿Más aún?, pensé. Les dije que bueno, que sí, pero que necesitaba un pequeño descanso, así que salí al salón a tranquilizarme un poco.

¿Qué estás haciendo David?, me pregunté. Creo que aquí sobras.Pero la situación me ponía mucho. Decidí aguantar un poco, a ver cómo acababa  todo.

Cuando volví a la habitación allí seguían las dos dale que dale, ahora metiéndose mano. Al verme Laura me preguntó:

-David, ¿esa cámara tiene video? Le dije que sí. -Pues graba esto.

Empezó a comerle el coño a Nadine. La manera en que le succionaba el clítoris demostraba que era una auténtica experta.La francesa gemía sin ningún pudor.



Yo seguía grabando aquella escenita todo empalmado, aquello me ponía mucho,¡espectador inesperado de una auténtica peli porno! Volví a preguntarme qué hacía yo allí. 


Laura dejó de chupar y me miró diciendo:
-¿Quieres seguir tú?
-No, no, yo sigo grabando.
-Venga tío. Pon la cámara en el tripode y sácate unas fotos con nosotras.

No me hice mucho de rogar. Coloqué  la cámara y la puse a grabar. Me acerqué. Nadine comenzó a besarme en la boca. Estaba fuera de sí, excitadísima. Mientras tanto Laura se ocupó de bajarme los pantalones y los calzoncillos. Al verme la polla exclamó:

 -No la recordaba así, tan, tan...grande. A ver si se porta como con mi hermanita.

Me dejé llevar. Comenzaron a chuparme y morderme por todos los rincones de mi cuerpo. Laura se levantó y sentándose sobre mi cara dejó que yo le comiera aquel coño que tanto había deseado. Mientras tanto Nadine comenzó a chupármela, muy bien por cierto. Por algo era francesa.

Estaba en el paraíso aunque me dolía todo después de la sesión con Eva. Estaba hecho polvo, pero tan caliente que deseaba correrme para desahogar, pero no pude. Eso me agobió hasta el punto de que aquello empezó a quedarse totalmente flácido. Laura y Nadine se rieron de mí cuando vieron que mi pene se desinflaba, agotado.


Por muchos esfuerzos que hicieron las dos aquello ya no daba más de . Se mofaron un poco de ello pero enseguida se olvidaron de mí y se dedicaron a seguir dándose el lote entre ellas. Las oía gemir y jadear...hasta que me dormí. 
  

Cuando me desperté Nadine estaba acostada a mi lado, tenía agarrada mi polla y la miraba como una niña a un caramelo.




- ¿Te apetece que acabemos lo de ayer?, me dijo con su dulce acento francés.

Yo me había recuperado.Así que decidido a dejar bien alta mi reputación la cogí y la puse a cuatro patas. No debía gustarle mucho esta postura pues al principio se resistió y refunfó algo en francés. No había tiempo para ponerme un condón ni lubricante, así que metí un dedo en su coño y tras comprobar que estaba lo suficientemente húmedo se la empecé a meter.


Al principio pegó un brinco y dio un pequeño grito, como si le hubiese dolido. Al notar cómo mi polla entraba poco a poco comenzó a moverse rítmicamente de adelante hacia atrás. La verdad es que se movía bien la condenada. Debía estar muy caliente pues no me esperó, se corrió enseguida. Seguí, ahora me tocaba a mí.Al correrme dio tales gemidos que debió de oirse en todo el edificio. Al sacar mi polla noté que tenía algo de sangre.
  
Cuando acabamos, Nadine se acostó aún jadeante y se quedó profundamente dormida. Me levanté sigilosamente. Me vestí y recogí mis cosas. Cuando estaba abriendo la puerta de la calle oí una voz detrás mío.

 
-¡Ey. David! ¿Ya te vas?

Era Laura. Estaba  sensualmente apoyada en la pared. Vestía una camiseta y tanga transparentes que lo dejaban ver todo. Estaba preciosa, no sabría decir si era una niña o una mujer, un ángel o un demonio. Y me estaba mirando de una forma... Dios mío, pensé, esto no se va a acabar nunca.



-¿No quieres quedarte con nosotras a pasar el día, aquí, en casa?
-No, no. Lo siento Laura, pero tengo muchas cosas que hacer. Mejor quedamos para otro día. Además ya veo que podeis arreglárolas muy bien sin mí.
-Está bien. Te llamaré cuando vuelva. Me debes un polvo. Pero Nadine se va a Francia, ya no vas a poder verla hasta el año que viene. Por cierto ¿Qué vas  a hacer con las fotos y el video? ¿Nos darás una copia verdad? Me gustaría ponerlas en mi face.
-¿Estás loca?
-Es broma, tonto.Espero que a ti tampoco se te ocurra ponerlas. Más que nada lo digo por Nadine. No creo que a sus padres les guste descubrir a su niñita haciendo esas cosas el día de su cumpleaños.
-¿Niñita?¿Cumpleaños?
-Sí ayer cumplió dieciseis años, su deseo era que alguien la desvirgara, por fin... y tú fuiste su regalo.
Dieciseis años! Osssstia.
-No te preocupes no dirá nada. Y yo tampoco. Ya somos mayorcitas.
-Espero que sea así, si no menudo problemón.

Laura se rio y empujándome fuera del piso me dijo.

-Anda, mejor bórralo todo, machote.

Se acercó y me dio un beso en los labios.

-¿Seguimos siendo novios, no? 

Esto dijo mientras yo me iba meditabundo, dolorido y algo avergonzado...pero no mucho.
En el fondo estaba deseando que Laura volviera pronto de vacaciones.



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